martes, 29 de diciembre de 2015

¡Y LAS NOCHES ERAN DORADAS...!.

Allá, en mi natal Barahona, donde el cacique bravío dejó su impronta rebelde, se inclinaban reverentes sus ranchos y sus bohìos; llegó la avenida de luces exóticas a la cabecera del arco de triunfo que nos simboliza y alcanzaba los confines de una Villa Estela dueña de tus recuerdos, acordes, con los techos grises, con tus ojos soles. ¡Cómo se cruzaban nuestras jóvenes miradas!, parecía que entre el mercurio fluorescente marchásemos al ritmo del latido de dos corazones que se amaron, se quedaron amarrados de un recuerdo lustral, tus manos ensortijadas, boca de rosa roja, como capullo que abre un rayo del candente sol sureño, te perdí, pero te tengo en mis sueños; mujer de un hablar cantado y de risa de cascada, te disfruto hasta en la sombra de esta amenaza otoñal; jamás, en mi serpentear eterno y mi pensamiento en cierne, he podido tropezar con tu sin igual gracia, renegada...

sábado, 26 de diciembre de 2015

¡OH NAVIDAD ETERNA QUE TRAES NOSTALGIA EN BONDAD...!.

Y se marchitaron las flores de mi balcón entumecidas de la inusitada brisa que les azota, tu ausencia y el calor que de ti brota truncaron su hálito tierno; mas, no dejan de ser  eternos los helechos, que, despiertos, esperan amor sincero... ¡Es Navidad!,¡ cómo aflora la bondad en bellos atardeceres, que bien lucen las mujeres, hermosas, sus encajes de ansiedad, desparpajos, desenfados, cascadas de risas, preciosas!; me incorporo, espero un rayo de sol, y mitigo mi dolor de ausencias acostumbradas, cuando miro la morada de amor, ruidos y centellas, no sólo la luna es bella reviviendo ese primor, me trajo el alba una flor que huele a tu primavera...

miércoles, 9 de diciembre de 2015

EN EL DEVENIR DEL TIEMPO...

Y el otoño nos enseña que algo está llegando a su fin, para bien o para mal, cuando dirigimos la vida con ansias carnosas y tropezamos con las huellas que dejan los placeres que se desvanecen como espumas viajeras. El otoño nos enseña las hojas secas que vuelan con la brisa cálida y húmeda de la adversidad; avisando que se avecina el verdor y las flores de una primavera envuelta en romerías tormentosas de amores y desengaños; también amores sinceros, que recogemos del suelo entre el suspiro y el llanto, la risa, el canto y el sin igual ¡te quiero!; plata que cubre nuestras sienes, que de intención nos delata, nos dice que casi viene la memoria y nos rescata, nos conforta, nos retrata, invitándonos a un sueño de vivir en nuestra casa al amparo de unos labios en luna llena, rayos de sol, canciones de serenatas, que aún besan y arrebatan...