viernes, 31 de julio de 2015

¡JUAN SÀNCHEZ RAMÌREZ, HÈROE DE LA RECONQUISTA...!.

´´No podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestras cabezas. Mas, podemos impedir que hagan nidos sobre ellas´´... (Martín Lutero).

Juan Sànchez Ramìrez, militar y político. Aunque estamentos historicistas lo señalan como español, Sànchez Ramìrez nació en Cotuì, provincia que hoy lleva su nombre bien merecido. Para quien suscribe, y sin necesidad de seguir en contradicción con intelectuales probados, aunque favorecidos por los importantes medios de comunicación de nuestro país, Sànchez Ramìrez no fue un traidor, es más, debe considerarse prócer de la antesala independentista. Incluso, para la época en que fue gobernador del Santo Domingo Español (1804-1824), etapa conocida como ´´España Boba´´, no tuvo en sus manos el poder de crear un verdadero Estado y una nacionalidad definida. España envió como élite a Carlos Urrutia y Montoya (Carlos Conuco), personaje avaro que solo se preocupaba por producir, hacer conucos para exportar su producción a España.

El Tratado de Basilea, firmado entre Francia y la monarquía española de Carlos IV, el 22 de julio de 1795, en Basilea, ciudad de Suiza, le devolvía a Francia la margen oriental de la isla que hoy ocupamos. La batalla de ´´Palo Hincado´´ del 7 de noviembre del 1808, en la Sabana de Palo Hincado, El Seibo, librada por este adalid, fue el escenario que evitó que España echara por suelos tres siglos de historia, lengua, religión y cultura. ¡O eramos del lado español o nos dominaba Francia!, no existía otra opción.

Era honesto, murió en la miseria, él y su familia, pues aportó, como Duarte, su patrimonio a la causa justa en la que se enroló junto a todos los habitantes de la colonia de Santo Domingo. La historia y la conformación de los pueblos se divide en procesos, y este de reconquistar la margen oriental es de los más sanos para lo que es hoy nuestra existencia.

Santo Domingo de Guzmàn, fue un inquisidor producto de la conquista criminal; la acepciòn ´´dominicanos´´, posiblemente nos llega del Gran Convento de los Dominicos, existente ya para la època de Sànchez Ramìrez, el que fue evolucionando como Universidad Santo Tomàs de Aquino, Universidad de Santo Domingo, hoy autònoma.

La divisiòn existente en el Santo Domingo Español, producto de habitantes orientales afrancesados, le hicieron la vida imposible al gran guerrero, como posteriormente al licenciado Josè Nùñez de Càceres y su independencia efímera con ´´La Gran Colombia´´, pues Simòn Bolìvar tenìa compromisos con Haitì por los aportes de sus generales a su causa como libertador de Amèrica.

Tenemos Estado y Constitución a partir del 6 de noviembre de 1844, cuando Juan Pablo Duarte, hijo de español, y el movimiento trinitario proclamaron la república el 27 de febrero de 1844, allà, en la Puerta de la Misericordia, posteriormente llamada ´´Puerta de El Conde´´, en honor a un enviado del rey español don Felipe II, a quien autorizò amurallar la ciudad de los sueños, la ciudad romàntica, en virtud de la aviesa impronta del pirata inglés Francis Drake (1543-1596), nacido en Tavisteck, Inglaterra, quien saqueò los tesoros, y la puerta llevaba la encomienda de que estaría abierta única y exclusivamente a la hispanidad.

Don Bernardino Gutierrez Meneses, Bracamonte y Zapata, fue el Conde, de Peñalba, España.

¡La historia debe ser contada como es, y Juan Sànchez Ramìrez aportó a lo que es nuestra identidad como naciòn...!.

Me apasiona su arenga militar: ´´Pena de la vida del soldado que mirase hacia atrás; pena de la vida al tambor que tocare retirada; pena de la vida del oficial que lo mandare, aunque sea yo mismo´´...


¡MÀXIMO GOMEZ: CONSUMADO Y DESTINADO LIBERTADOR...!!!.

Admiro y respeto mucho al periodista Alvaro Arvelo (Hijo), porque de que sabe, sabe..., pero quien suscribe, y admitiendo que en cierta forma le enmiendo la plana a un intelectual superior, a un maestro si se quiere, se permite disentir del erudito señor, en el sentido de que expuso en el programa matutino ´´El Gobierno de la Mañana´´, de La Z-101, que Máximo Gòmez fue un traidor a la patria porque la abandonó para hacer nombre en Cuba.

La Restauración de la república constituyó una gran epopeya que debe de servir de orgullo a esta nación. Pero no podemos negar que desde las simientes constitutivas como sociedad política, ya eramos un conglomerado de migrantes.
Esa estelaridad restauradora tuvo sus raíces y matices racistas coyunturales para naciones que como Haití, les convenía ver fracasar a los españoles, enemigos naturales de los franceses desde los tratados fronterizos de la isla hasta hoy día.

Los más feroces héroes de esa gesta eran de origen haitiano, y ello de ninguna manera me obliga a deslucir ni dejar de simpatizar con personajes como Gregorio Luperòn, hijo de Nicolasa Duperòn (con D), haitiana liberta, y de padre desconocido. Pero no existe razòn para que los restauradores prendan fuego a Santiago de los Caballeros por ser un bastiòn blanco, como posteriormente dijera Ulises Hilariòn Hereaux Lebert, hijo del haitiano Dassa Hereaux, marino mercante, y de la haitiana Josefa Lebert, al nombrar, ya siendo presidente de la repùblica, a su hombre de confianza, el general Perico Pepìn, negro como un chocho, gobernador de esa provincia: ´´ahì les mando a mi amigo Perico como gobernador, con todos los poderes que el cargo deba dispensarle, para bajarle los sumos a esos blanquitos del Centro de Recreo´´...

Los documentos del Archivo Històrico ardieron y se perdieron datos importantes de nuestra historia y del primer Santiago de Amèrica. El general Gaspar Polanco, nacido en ´´Corral Viejo´´, Montecristi, analfabeta, de ascendencia haitiana, mandò a matar a Pepillo Salcedo, primer presidente del gobierno de la restauraciòn por ser de ascendencia española. La historia solo recoge que Salcedo era de poco caràcter, conciliador, atribuciones no indispensables para los tiempos de guerras.

El general Pedro Florentino, nacido en Hincha, de ascendencia haitiana, pasò a cuchillo los cantones ´´blancos´´ del Sur, e incendiò a Banì, incluyendo la casa de los padres de Màximo Gòmez, por ser èste nieto del español Josè Gòmez, capitàn, comandante de la Plaza Peravia para los años de 1700. Hay que considerar, que Gòmez en ese momento era un oficial de carrera, de disciplina militar, quien ya habìa ganado estrella en la batalla de Santomè y estaba al servicio del presidente Pedro Santana, de lo que como militar no podìa sustraerse. Es entonces cuando solicita permiso para sacar hacia Cuba a su familia y protegerla de las improntas de un hombre que, como Pedro Florentino, siendo capitàn, ya habìa sido sometido a consejos de guerra por sospechas de que obraba a favor de los haitianos.

A Gòmez y su familia les sorprende la llegada de los españoles en Cuba, entonces tuvo que abrazar esa causa por el pueblo que les acogiò con tanto aprecio. Se codeò con los màs humildes, se ofreciò como voluntario raso, triunfò, regresò a su paìs, y bien no habìa descansado, cuando el ilustre Josè Martì vino por èl, porque Cuba lo necesitaba, y ¡que ironìa tiene la vida!, fue el presidente Hereaux quien les facilitò transporte y armas para emprender el viaje, dejando dormidos a sus hijos, pueriles aùn, y partìr apesadumbrado en una madrugada acompañado de otros dominicanos ilustres, como Lorenzo Despradel (Muley), su secretario de guerra, el capitán Marcos Del Rosario, Antonio Maceo y Grajales, cubano, hijo de madre dominicana, y su adorado hijo Panchito Gòmez Toro, muerto y masacrado en combate.

Rechazò la presidencia de la repùblica, la cual le fue ofrecida solemnemente por el congreso de esa naciòn. Adujo ser dominicano, no cubano, y condenò la intromisiòn de los EE.UU. luego de terminada la guerra. ¿Para què hemos luchado entonces, si ahora tenemos esas gentes aquì metiendo sus narices; por què quieren ustedes imponerme esa corona de espinas en mi cabeza?.

Màximo Gòmez, ùltimo libertador de Amèrica, dijo Balaguer; Gòmez, guerrero y revolucionario, dijo Bosch; y los libertadores saben donde nacen, mas, no donde mueren...

domingo, 19 de julio de 2015

¡UN DÌA PARA EL PADRE BUENO...!.

Un Òscar Arnulfo Romero y Galdàmez, en El Salvador de tragedia en los tiempos de Armando Molina, cayó abatido por ser padre del pensamiento y los buenos propósitos, como los tenia Rutilio Grande García (Padre Grande), hombres que dejan huellas y caminos marcados con su propia sangre.
Y asì, como hoja que a medio madurar deja el frondoso árbol, se fue mi padre aquella mañana primaveral. ¡Oh caballero ecuestre del Santiago Viejo...!, tu intempestiva muerte no te permitiò aguardar el futuro que merecìas, pero, en tu corto cabalgar, jinete de los tiempos, me enseñaste que nuestra ascendencia no menoscaba el honor y el valor intrìnseco de los Gòmez. Aun de allà, del Santiago en que con hidalguìa cabalgaste, te lloro hoy, y te lloraron los caminos del Sur que amaste, entre las aguas de su Yaque, las plantas, y la polvareda dejada por tus caballos que dispersos, corrìan atormentados por los espectros de tu recuerdo; lloraban tus hijas y tu viuda, la siembra, los peones, mientras ya, cerrando la noche al umbral de la madrugada, sentìa y aùn siento los aullidos de perros lejanos, al compàs de las herraduras en los renegridos de los campos cañeros y del tabaco de tu lar nativo, del camino real, frente a frente al Pico Diego de Ocampo...
¡Te extraño, padre...!!!.

jueves, 2 de julio de 2015

!ENTRE PATRIOTAS Y PRO-HAITIANOS TE VEAS...!.

Desèale esto a tu peor enemigo, si sobre todo, estará inmerso entre  personas que constituyen la mayoría y no alcanzan a comprender que la situación es estructural. El trabajo es arduo, pero no imposible, pues se trata de ir desmontando con sumo cuidado estructuras seculares en simientes de arena. Lo queremos llevar a un plano eminentemente emocional, a veces de colores, partidario político o deportivo que exacerban las pasiones humanas. Es mirar de manera retrospectiva, incluyéndonos en los avatares de sangre, dolor y explotación humana, desde los tiempos en que Juan Nùñez Blanco, asaltó la Fortaleza San Luis, allá por el 1821, enarbolando la bandera Pro-Unión con Haití, en oposición a una España verdaderamente boba y una independencia con la Gran Colombia, de la autorìa del teniente gobernador, Lic. Josè Nùñez De Càceres, que no rindieron los frutos deseados. Este atrevimiento de un dominicano le abriò las puertas a Jean Pierre Boyer en 1822 hasta nuestra separaciòn en 1844.
Hacer como en ocasiones ha hecho la ortodoxia católica, y pedir perdón por los errores de su cetro de poder. Plantear que dos naciones de diferentes culturas aún son victimas de las potencias que las sometieron al yugo colonizador.
Perdonar la hazaña, épica si se quiere, aunque asesina, de una nación que como la haitiana, es la que nos ha invadido y pasado a fuego a través de la historia; perdonar la retaliaciòn histórica o tiránica de Trujillo en 1937, entre otras tantas heridas, abiertas aún, que ambas naciones deben perdonarse.
Ese individuo que vino a conferenciar a nombre de Human Rights Watch, Josè Miguel Vivanco, quiso, pretendió humillarnos, enmendarnos la plana, porque las autoridades dominicanas no se lo impidieron; no debiò subir al púlpito, sobre todo, porque antes de pisar territorio de Duarte, Sànchez y Mella, ya nuestro presidente, que debe ser la persona mejor y mayormente informada, debiò tener de antemanos el prontuario sinuoso de este personaje, a travès del DNI y otros estamentos de seguridad nacionales.
La tarea no es fàcil y nuestro Estado y el gobierno que nos representa, tiene en sus manos un pandero de difícil bordado. No obstante, resulta tan fácil aplicar la ley, con sanciones drásticas para sus violadores, extranjeros y nacionales; reconocer hasta donde hemos fallado como instituciones a lo largo de nuestra historia y sus tratados fronterizos; castigar a los que pescan en río revuelto y viven de la desgracia ajena, extranjeros y dominicanos; reconocer, admitir, sancionar, y hasta indemnizar a aquellos que inocentemente han sido víctimas de debilidad de Estado. Con ello se podrìa renovar y fortalecer las condiciones soberanas de nuestra naciòn, y, borròn y cuenta nueva en la aplicaciòn de leyes viables; ¡NO NOS DEJEMOS MATAR, PERO TAMPOCO DERRAMEMOS SANGRE DE UN PUEBLO IGNORANTE, VÌCTIMA DE SUS COLONIZADORES Y DE SUS PROPIOS ´´LIBERTADORES´´, DESDE SU NACIMIENTO HASTA HOY DÌA...!!!. En el fondo esto es lo que buscan las potencias y sus atrevidas pretensiones de fusiòn, para invadirnos y someternos a sus innegables fuerzas.
¡Borròn y cuenta nueva y a cumplir las leyes inexorablemente...!!!.